Familiares de detenidos y organizaciones de derechos humanos denunciaron este fin de semana tratos crueles e inhumanos contra presos políticos recluidos en el Centro Penitenciario Yare II, ubicado al sur del estado Miranda.
Los reportes describen condiciones de hambre prolongada, golpizas sistemáticas y amenazas constantes a familiares, en un contexto de represión y violaciones reiteradas de los derechos humanos.
Según los testimonios recopilados por Foro Penal y otras ONG, los reclusos son sometidos a castigos físicos, aislamiento extremo y severas limitaciones en el acceso a alimentos y medicinas, lo que agrava su estado de salud y vulnera su dignidad.
Las organizaciones exigieron al régimen de Nicolás Maduro el cese inmediato de los abusos y la entrada de organismos internacionales —incluyendo la ONU y la Cruz Roja— para verificar las condiciones de los presos políticos.
“Yare II se ha convertido en un espacio de tortura silenciosa. Lo que allí ocurre debe ser investigado con urgencia”, alertó un representante de Foro Penal.
Los familiares, entre lágrimas, pidieron al país y a la comunidad internacional no olvidar a quienes están pagando un alto precio por pensar distinto.