La indignación ciudadana estalló este fin de semana en Michoacán tras el asesinato del alcalde Carlos Manzo Rodríguez, cuyo homicidio desató una ola de protestas masivas en diversas ciudades del estado.
En Morelia y Uruapan, miles de personas salieron a las calles en una movilización que comenzó de manera pacífica, pero que derivó en fuertes manifestaciones frente al Palacio de Gobierno, donde los asistentes exigieron justicia, seguridad y el esclarecimiento del crimen.
“¡Justicia para Manzo!” fue la consigna que se escuchó a lo largo de la jornada y que rápidamente se hizo viral en redes sociales, convirtiéndose en símbolo del hartazgo ciudadano frente a la violencia y la impunidad que azotan a la región.
Las autoridades desplegaron contingentes policiales para controlar la situación, mientras organizaciones sociales y líderes comunitarios denunciaron la falta de respuestas claras ante el incremento de la inseguridad en el estado.
Las protestas no se limitaron a Michoacán: otras ciudades del país también registraron concentraciones en solidaridad con la familia del alcalde y en reclamo de un alto a la violencia que, según los manifestantes, “sigue cobrando la vida de quienes defienden la justicia y el progreso local”.