El gobierno de Estados Unidos oficializó este lunes la inclusión del llamado Cartel de los Soles —que Washington vincula directamente al gobernante venezolano Nicolás Maduro y a altos mandos militares— en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), una de las clasificaciones más severas dentro del marco legal estadounidense.
La designación supone un salto cualitativo en la presión política, económica y judicial contra el régimen venezolano, al colocar a esta red en la misma categoría que grupos armados responsables de violencia y desestabilización global.
El estatus FTO, administrado por el Departamento de Estado, autoriza sanciones más agresivas, congelación inmediata de activos y procesamiento penal de cualquier persona o entidad que colabore —de manera directa o indirecta— con la organización. Esta herramienta amplía la estructura legal ya aplicada contra funcionarios venezolanos investigados por narcotráfico, corrupción y lavado de dinero, y podría extenderse a empresas, operadores financieros y socios internacionales.
El régimen venezolano ha rechazado las acusaciones y sostiene que no existen pruebas públicas que sustenten los señalamientos de Washington.
Analistas consultados por agencias internacionales advierten que la etiqueta FTO abre nuevas posibilidades operativas para Estados Unidos, especialmente en los ámbitos de inteligencia y seguridad. Aunque la legislación no menciona intervenciones militares, la clasificación podría justificar operaciones puntuales contra infraestructuras o redes asociadas al cartel, similar a las aplicadas contra organizaciones como Al-Qaeda o Hezbollah.
Con esta medida, cualquier tipo de apoyo o cooperación queda automáticamente criminalizado, elevando a un nuevo nivel el cerco internacional sobre Maduro y su entorno.