Este viernes 14 de noviembre, la doctora Marggie Orozco, de 65 años, fue condenada a 30 años de prisión tras un proceso judicial marcado por denuncias de violaciones a la libertad de expresión. Orozco había sido detenida el 5 de agosto de 2024, luego de que miembros del CLAP de su comunidad en San Juan de Colón la denunciaran por un audio de WhatsApp en el que opinaba sobre la situación del país e invitaba a participar en las elecciones del 28 de julio.
A la profesional de la salud se le imputaron los delitos de Traición a la Patria, Incitación al Odio y Conspiración, cargos considerados desproporcionados por defensores de derechos humanos y organizaciones nacionales que han seguido el caso.
Según fuentes judiciales del estado Táchira, la sentencia fue emitida por la juez Luz Dary Moreno, del Tribunal 4° de Juicio, luego de un proceso en el que, según denuncias, se vulneraron derechos fundamentales de la acusada.
La doctora Orozco enfrenta esta condena en medio de una grave situación de salud. En los últimos dos años ha sufrido dos infartos, el más reciente en septiembre de 2024, ya estando detenida. Además, padece depresión crónica tras la pérdida de dos de sus hijos: uno durante un intento de atraco y otro en un accidente.
Pese a estas condiciones, permanece privada de libertad en el anexo femenino de la cárcel de Santa Ana del Táchira, donde, según allegados y organizaciones civiles, su estado físico y emocional continúa deteriorándose, lo que pone en riesgo su vida e integridad.
El caso ha generado preocupación entre sectores médicos, defensores de derechos humanos y organizaciones civiles que exigen garantías procesales y atención urgente para la doctora Orozco.