Miles de venezolanos nos desplazamos hasta la ciudad de Roma para presenciar la histórica canonización de José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles, los primeros santos venezolanos. Con el amarillo, azul y rojo, nuestros compatriotas llegaron a la Plaza de San Pedro en el Vaticano, viajaron como peregrinos desde temprano, se acomodaron en largas filas, llevaron las banderas de Venezuela y vivieron con emoción el momento sagrado en que los nuevos santos fueron exaltados a los altares.
El ambiente fue de celebración, devoción y esperanza para muchos venezolanos, quienes vieron en la canonización no solo un hito religioso sino también un símbolo de unidad nacional. Desde Roma se escuchaban expresiones de alegría y de identificación con los nuevos santos, mientras en Venezuela miles siguieron la ceremonia en plazas y parroquias. La emoción se mezcló con un sentido de «momento histórico», que los participantes vivieron como una experiencia de fe y de afirmación nacional.
En el siguiente enlace pueden ver el reporte que hicimos desde el sitio.
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