Las solicitudes de asilo en España experimentaron una disminución significativa desde la entrada en vigor del nuevo reglamento de extranjería, que comenzó a aplicarse en mayo de 2025. Entre mayo y octubre, las peticiones cayeron más de un 15 %, según datos recopilados por organizaciones especializadas.
El impacto ha sido especialmente profundo entre ciudadanos de Colombia y Perú, cuyas solicitudes se redujeron en más del 68 %. En contraste, Venezuela consolidó su liderazgo como principal país de origen, registrando un incremento superior al 23 % en ese mismo período.
La reforma impide que el tiempo de tramitación del asilo compute para el arraigo en caso de denegación, una modificación que, de acuerdo con ONG como la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), está generando un fuerte efecto disuasorio. La entidad advierte que esta medida deja en situación de extrema vulnerabilidad a personas que, tras años de residencia legal, podrían quedar irregularmente en el país.
Mientras tanto, aumentaron las solicitudes provenientes de países como Mali y Somalia, impulsadas por conflictos internos y nuevas rutas migratorias hacia Europa. Las organizaciones humanitarias insisten en que, pese al descenso global, muchas personas continúan necesitando protección internacional urgente.