Escalada en el Caribe:
Estados Unidos parece haber entrado en un punto crítico de su estrategia contra el gobierno de Nicolás Maduro. Advertencias aéreas severas, un inusual despliegue militar en el Caribe y una ola de cancelaciones de vuelos internacionales han transformado el espacio aéreo venezolano en una zona prácticamente desierta, en lo que analistas interpretan como el preludio de movimientos más contundentes por parte de Washington.
Según revelaron a Reuters cuatro altos funcionarios estadounidenses, la administración Trump se encuentra a días —o incluso horas— de activar una “nueva fase de operaciones” destinada a intensificar la presión sobre Caracas. Los planes, de acuerdo con estas fuentes, abarcan desde acciones encubiertas hasta opciones “más agresivas” que la Casa Blanca no ha descartado.
La señal más visible de la escalada ocurrió el viernes, cuando la Federal Aviation Administration (FAA) emitió una advertencia urgente a pilotos y aerolíneas sobre una “rápida degradación de la seguridad” en torno al espacio aéreo venezolano. Aunque la FAA suele emitir alertas para zonas de conflicto o riesgo operacional, la contundencia del comunicado encendió señales de alarma en la industria aeronáutica internacional.
Las compañías aéreas reaccionaron de inmediato, suspendiendo rutas o desviando operaciones para evitar sobrevolar territorio venezolano, mientras fuentes militares señalaron que el aumento de actividad naval y aérea de Estados Unidos en el Caribe responde a “la etapa final de preparación” de un paquete de medidas que busca aislar aún más al gobierno de Maduro.
Con el cielo venezolano casi vacío y Washington afinando su estrategia, la región entra en un momento de máxima tensión, marcado por incertidumbre diplomática y el temor a una escalada que podría redefinir el equilibrio político en el hemisferio.