Estados Unidos prepara una de las medidas más severas jamás aplicadas contra el régimen de Nicolás Maduro: la designación formal del “Cartel de los Soles” como Organización Terrorista Extranjera (FTO), una clasificación reservada para grupos como Al Qaeda, ISIS y Hezbollah.
La decisión, que entra en vigencia este 24 de noviembre, marcará un nuevo nivel de confrontación entre Washington y Caracas, al permitir un abanico más amplio de acciones legales, financieras y militares contra quienes sean acusados de colaborar con la red narcotraficante que, según EE.UU., está encabezada por el propio Maduro y altos mandos de las Fuerzas Armadas venezolanas.
Esta escalada se suma a la designación previa realizada en julio, cuando el régimen fue catalogado como grupo terrorista global especialmente designado (SDGT), un estatus que ya había congelado activos y restringido operaciones financieras en el extranjero.
Con la nueva clasificación FTO, cualquier persona o entidad que asista, financie, respalde o colabore con el “Cartel de los Soles” podría enfrentar cargos de terrorismo bajo la legislación estadounidense, aumentando drásticamente la presión internacional sobre la estructura de poder de Maduro.
Analistas consideran que este movimiento profundiza el aislamiento global de Caracas y anticipa una fase más agresiva en la estrategia de Washington. El impacto político, militar y diplomático podría sentirse de inmediato dentro y fuera de Venezuela.