El Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) confirmó la muerte de Jonathan Rodríguez, un pescador de 30 años del estado Aragua, quien falleció el 21 de noviembre tras una infección severa que no respondió al tratamiento médico. Su familia y organizaciones de derechos humanos aseguran que su deterioro físico fue consecuencia directa de los meses que pasó privado de libertad en condiciones precarias.
Rodríguez, diagnosticado con autismo desde la infancia, fue detenido el 29 de julio de 2024 en Cepe durante los operativos posteriores a las elecciones. Según su familia, ese día salió a cobrar un dinero pendiente y, al detenerse en una panadería, fue interceptado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes lo acusaron de terrorismo sin permitirle explicación alguna.
Tras su arresto, fue trasladado por distintas dependencias: la comisaría de Santa Rita, el penal de Yare en Miranda y finalmente el Centro Penitenciario de Aragua. Durante todo este período, activistas y allegados denunciaron la falta de atención médica adecuada, así como las condiciones de reclusión que agravaron su estado de salud.
Aunque obtuvo una medida de excarcelación tras más de seis meses detenido, Rodríguez debía seguir cumpliendo presentaciones judiciales por los cargos de terrorismo e incitación al odio. Su salud, sin embargo, nunca se recuperó: sufrió complicaciones constantes, recaídas y un deterioro progresivo que no pudo ser revertido pese a múltiples consultas médicas.
Rodríguez fue finalmente hospitalizado por una infección pulmonar grave, que se complicó aceleradamente. Falleció una semana después, dejando abierta una exigencia de justicia y responsabilidades por parte de su familia y de las organizaciones que acompañaron su caso, quienes denuncian que su muerte es consecuencia directa de la negligencia estatal durante su detención.