En medio del creciente clima de tensión entre los gobiernos de Donald Trump y Nicolás Maduro, España ha comenzado a diseñar planes de asistencia para sus ciudadanos en Venezuela, así como medidas de protección para opositores venezolanos, según reveló el medio The Objective en una reciente publicación.
De acuerdo con el reporte, España mantiene actualmente una comunidad de más de 150.000 ciudadanos en el país sudamericano. La mayoría posee también nacionalidad venezolana, por lo que el Gobierno español no contempla, por ahora, una evacuación masiva.
Fuentes diplomáticas citadas por The Objective aseguran que el Ejecutivo de Pedro Sánchez considera posible una “intervención puntual” de Estados Unidos, cuyo objetivo sería provocar fracturas internas en el chavismo que deriven en la caída de Maduro. No obstante, persiste la incertidumbre sobre la magnitud, duración y alcance de una eventual operación militar estadounidense.
Las fuentes recuerdan que el Gobierno de Maduro enfrenta un fuerte desgaste tras las elecciones presidenciales de julio del año pasado y carece de respaldo popular. En Madrid, al igual que en otras capitales, la principal incógnita es definir cómo se desarrollaría esa intervención y cuáles serían sus implicaciones para la estabilidad regional.
Por el momento, se descarta un escenario similar a la invasión estadounidense de Panamá en 1989, cuando los marines desalojaron del poder al general Manuel Antonio Noriega. Aunque la movilización naval impulsada recientemente por Trump supera en magnitud a la operación de entonces, las fuentes consideran improbable una acción de ese tipo.
El caso de Noriega presenta paralelismos con el de Maduro, pese a sus diferencias ideológicas. Tras la intervención de 1989, el mandatario panameño se refugió durante dos semanas en la embajada del Vaticano antes de entregarse, y posteriormente fue juzgado por narcotráfico debido a sus vínculos con el cártel de Medellín, cumpliendo más de dos décadas de prisión en Estados Unidos y Francia.