La Casa Blanca reafirmó este miércoles que mantendrá el despliegue militar estadounidense en el Caribe, en el marco de la estrategia del presidente Donald Trump para combatir el narcoterrorismo y reforzar la seguridad hemisférica.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, aseguró durante una conferencia que el mandatario “no va a permitir que los terroristas traigan ilegales que matan a ciudadanos estadounidenses”, al referirse a la presencia de grupos criminales transnacionales vinculados al narcotráfico. Según Leavitt, la operación responde a un mandato de protección nacional y a la defensa de los intereses estratégicos de Estados Unidos en la región.
Aunque la portavoz evitó ofrecer detalles sobre el despliegue militar, recordó que la Casa Blanca no comenta sobre asuntos confidenciales. Tampoco se pronunció sobre la reciente decisión del Reino Unido y Colombia de suspender temporalmente la cooperación de inteligencia con Washington tras los ataques de fuerzas estadounidenses a embarcaciones vinculadas al narcotráfico en aguas del Caribe.
El operativo, liderado por el Comando Sur, incluye el despliegue de buques de guerra, aeronaves tácticas y personal especializado en interdicción marítima, como parte de la campaña de Washington para “desmantelar las redes del crimen organizado que amenazan la seguridad de la región”, según fuentes del Pentágono.