Indignación y frustración reina entre los docentes venezolanos, quienes denunciaron que el primer mes de aguinaldo recibido el pasado 15 de octubre apenas les alcanzó para comprar dos o tres productos básicos.
Los maestros, que percibieron montos cercanos a 745 bolívares (3,67 dólares), calificaron el pago como una burla y una humillación, señalando que sus bonificaciones “son tan miserables como los sueldos que reclaman desde hace años”.
“No me alcanzó para nada, ni siquiera para comerme una hamburguesa. Tanto trabajar por el gusto. Desde hace años nos dan migajas. Somos tratados como personal de segunda”, lamentó una docente del estado Miranda, quien además cuestionó si los ministros del país reciben montos similares.
Otra maestra relató que solo pudo comprar un cartón de huevos con el dinero recibido, mientras otros aseguran que el pago no les permitió siquiera cubrir los gastos de transporte o alimentación de una semana.
Los educadores, jubilados y pensionados rememoraron los años en que los aguinaldos eran motivo de alegría y planificación familiar, cuando podían adquirir electrodomésticos, hacer reparaciones en sus hogares o preparar las fiestas decembrinas.
Hoy, en cambio, los maestros coinciden en sentirse “humillados y burlados por el Estado venezolano”, ante unos ingresos que no cubren ni las necesidades más básicas.