Por Antonio Ledezma.
El caso del cardenal Porras refleja el choque entre la conciencia moral y un sistema que se sostiene en la mentira y el miedo

Antonio Ledezma
2 de noviembre de 2025
✏️ Editorial
El exilio que se organiza, se reconoce y se reinventa
Esta semana marcó un punto de inflexión: el Ministerio del Interior español recibió formalmente nuestra petición de la necesidad de proteger a los venezolanos amenazados por el aparato represivo de Maduro. No es un gesto menor. Es el primer eco institucional de una verdad que desde hace años denuncia el exilio: que las agresiones del poder venezolano traspasan fronteras. La dictadura no perdona que miles de venezolanos acudan a las plazas públicas a protestar contra sus desmanes. La dictadura de Maduro tiene en la mira de su sanguinario asecho a cualquier venezolano que acuda a la Corte Penal internacional, al parlamento Europeo o las dependencias de la ONU o de la OEA, a consignar denuncias que refuerzan las pruebas de los crimines de lesa humanidad perpetrados por Maduro.
Así lo reseñó Telemadrid:
Opositores venezolanos denuncian en Madrid al régimen de Maduro por amenazas a Corina Machado

En Guarimba Digital explico detalles sobre esta petición de protección
Pero junto a esa conquista jurídica se desplegó otra conquista simbólica. En Móstoles y Zaragoza, presenté mi libro Operación Guacamaya y el retorno de los desterrados, un relato de la fuga del equipo de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, emprendida desde la sede diplomática de Argentina en Caracas. En las paginas de esta obra escrita se expone con precisión y coraje la persecución contra la dirigencia democrática y la determinación de quienes se niegan a rendirse. En cada presentación no me limité a contar una historia reciente de resistencia; quise recordar a España y a Europa que el exilio venezolano sigue siendo parte activa de esta misma batalla por la libertad.
Presentación de “Operación Guacamaya” en Zaragoza
La resiliencia de los venezolanos —esa que se expresa en la arepera que abrió Marjorie o en el Chévere Cafe apuntalado por Mariangel y Miguel en Zaragoza, o en la aceptación de medidas de protección— se entiende también como construcción política. El exilio comienza a convertirse en sujeto de cambi
En ese tránsito —de la denuncia al reconocimiento, del dolor a la acción— se cifra la esperanza de un retorno distinto: un retorno que no será solo geográfico, sino moral y político.
Mitzy y Antonio Ledezma con la alcaldesa de Zaragoza
Desde Argentina llegó una señal poderosa: el pueblo argentino respaldó el rumbo de Javier Milei en las elecciones de medio término, confirmando que América Latina empieza a girar la página del populismo. Ese voto de confianza al trabajo, la libertad y la responsabilidad fiscal resuena también entre los venezolanos que soñamos con reconstruir nuestro país junto a María Corina Machado y Edmundo González. Cada avance democrático en la región fortalece la certeza de que la libertad es contagiosa.